jueves, 12 de septiembre de 2013

Noticia



El mes de Septiembre es considerado por todos los mexicanos como el mes de la patria porque se festejan importantes acontecimientos que se relacionan con la lucha por la libertad y la soberanía del país. 

Los acontecimientos más importantes que se festejan en este mes patrio son:

  • El 13 de septiembre la heroica defensa del Castillo de Chapultepec por los Niños Héroes

La Batalla de Chapultepec se libró el lunes 13 de septiembre de 1847 en el cerro del mismo nombre, en las cercanías de la Ciudad de México.
El ejército de los Estados Unidos había invadido a la República Mexicana en el episodio conocido como Guerra del 47, bajo el pretexto de violaciones territoriales en la zona de Texas que pertenecía a México desde la época de la Colonia. Una parte del ejército estadounidense atacaba por el norte del país y otro contingente estadounidense había desembarcado en el puerto de Veracruz y avanzaba hacia la capital mexicana. En aquel entonces, en el Cerro de Chapulín (chapultepec en idioma náhuatl) se encontraban las instalaciones del Colegio Militar comandado por el general José Mariano Monterde con menos de 50 alumnos y un número reducido de defensores supervivientes de las anteriores batallas, y auxiliada la defensa por el Batallón de San Blas al mando del coronel Felipe Santiago Xicoténcatl. Al estar situado en un punto prominente en el poniente del Valle de México, era uno de los últimos reductos que restaban en la defensa de la capital; el punto estaba a las órdenes del general Nicolás Bravo, héroe de la Independencia.


Escena de la batalla
Una vez rodeadas las defensas orientales del Valle de México, los estadounidenses derrotaron a los restos del ejército mexicano en las funciones de armas de Padierna, Churubusco y el Molino del Rey. Sólo quedaba entre el ejército invasor y la capital el cerro de Chapultepec, que no era una fortaleza, sino el domicilio del Colegio Militar; no obstante, a su alrededor se habían realizado apresuradamente algunas obras para fortificar la defensa del castillo.
Se le encomienda al Batallón de San Blas auxiliar la guarnición del Castillo de Chapultepec; el ejército invasor bombardea durante todo el día 12 la línea de defensa por lo que el batallón empieza a ser diezmado,en una vez tomada la posición con relativa facilidad por las divisiones de Worth, Quitman y Pillow, que se enfrentaron a una pequeña guarnición de 823 soldados y 43 cadetes, con 4 cañones. La entrada a la Ciudad de México quedó expedita para el ejército estadounidense.
Dentro de este episodio se ubica el evento conocido en México como el "Martirio Heroico de los Niños Héroes de Chapultepec". Unos días antes de la batalla, el General Mariano Monterde, Director del Colegio Militar le pidió a los Cadetes que se fueran a sus casas, pues el Colegio se utilizaría como baluarte de defensa. Algunos alumnos le solicitaron permiso para permanecer acuartelados y defender al país de los invasores hasta la muerte.
Las edades de los cadetes oscilaban entre los 14 y 18 años; los instructores Oficiales a cargo tenían un poco más de edad, pero jóvenes todavía. El resto de la tropa de primera línea se encontraba muy reducida pues los remanentes habían sido desplazados hacia varios puntos de defensa alrededor de la Ciudad de México; y la mayor parte del ejército de línea ya había sido destrozado en el norte y oriente del país.
En el fragor de la batalla se solicita permiso al General Nicolás Bravo para huir con los cadetes, pero el general no quiso o no pudo decidir un curso de acción, principalmente por el estado tan crítico en que se encontraba la defensa después de la deserción en masa de la mitad de los efectivos de línea. Lo único que pudo hacer fue asignar a los remanentes del Batallón de San Blas a los dormitorios y a la protección de los cadetes que quedaron a defender el castillo. Sin órdenes que cumplir y viendo al enemigo avanzar, los cadetes líderes trataron de decidir el curso a seguir intentando salir todos por el lado del jardín botánico. Los cadetes Juan de la Barrera, Vicente Suárez y Fernando Montes de Oca, prefirieron quedarse a pelear con los otros soldados del Batallón de San Blas quienes se colocaron al lado del jardín botánico para proteger la salida de los cadetes más jóvenes, entre ellos Francisco Márquez y Miguel Miramón, lo que provocó que los estadounidenses pudieran disparar fácilmente contra ellos. No obstante las muertes de Juan de la Barrera, Vicente Suárez y Fernando Montes de Oca, (este último muerto al saltar por la ventana, una vez protegida la salida de los demás), los cadetes supervivientes lograron huir siendo protegidos en la retaguardia por Francisco Márquez que a sus 14 años logró mantener a raya al enemigo hasta perecer.
En el lado oriente del Castillo de Chapultepec se colocó la Segunda Compañía de Cadetes, mientras que en la parte occidente era defendida por la Primera compañía al mando del General Monterde. El ataque del ejército de los Estados Unidos empezó en la mañana del 13 de septiembre. A las 12 de la tarde la posición Caballero Alto sucumbe ante la embestida del enemigo por lo que Miguel Poucel ordena a la Segunda Compañía de aproximadamente 40 alumnos, 4 cabos y el sargento Teófilo Noris contraatacar antes de que el ejército enemigo atacara primero. Poucel encarga a Teófilo Noris proveer de fusiles cargados a los cadetes, mientras las municiones se agotaban Agustín Melgar se encerró en la biblioteca donde esperaba recibir con disparos al enemigo matando a uno de ellos, Melgar fue herido y falleció después de amputársele la pierna, al día siguiente. La segunda compañía no recibió mas órdenes debido a que el General Monterde había sido tomado prisionero en la parte occidental del colegio. Miguel Poucel ordenó colocar las armas en el suelo en señal de que estos jóvenes jamás las entregarían personalmente.
La historia oficial mexicana recuerda en particular a seis de esos jóvenes que perdieron la vida en el combate. A estos jóvenes cadetes se les llama Niños Héroes de Chapultepec. Sus nombres: Agustín Melgar, Fernando Montes de Oca, Francisco Márquez, Juan Escutia, Juan de la Barrera y Vicente Suárez. Durante el siglo XIX se dio especial realce al Batallón de San Blas, del cual fallecieron casi todos sus soldados al pie del cerro defendiéndolo contra el ejército estadounidense. En el Castillo de Chapultepec, hoy Museo Nacional de Historia, y sus alrededores se conmemora mediante placas los puntos donde murieron estos jóvenes defensores mexicanos conocidos como los Niños Héroes. La mayoría de los sobrevivientes de la batalla fueron hechos prisioneros.





  • El 15 de septiembre de 1810 el grito de Miguel Hidalgo y Costilla que dio inicio a la lucha por la Independencia de México


La noche del 15 de septiembre del 1810 pasó a la historia como uno de los acontecimientos más significativos para nuestro país, ya que en esa fecha tuvo lugar el “Grito de Independencia”, hecho protagonizado por el Padre de la Patria, don Miguel Hidalgo y Costilla en la población de Dolores, Guanajuato.

Hidalgo, como muchos otros mexicanos, adoptó los ideales independentistas que desde 1809 se extendían por el país a través de grupos liberales. Uno de éstos, el de Querétaro, encabezado por el corregidor Miguel Domínguez y su esposa, Josefa Ortiz, contaba a Hidalgo entre sus integrantes desde el año de 1810. Varios oficiales del Regimiento de Dragones de la Reina, entre ellos Ignacio Allende, Ignacio Aldama y Mariano Abasolo se unirían algún tiempo después a los conspiradores de Querétaro.

Hidalgo se dedicó entonces a reclutar partidarios y a comprar o construir armamento. Sin embargo, a principios de septiembre de 1810, la conspiración de Querétaro fue descubierta por el Gobierno Virreinal.

Allende había llegado a Dolores la noche del 14 de septiembre, pero tanto él como Hidalgo ignoraban las consecuencias de haber sido descubiertos. Para entonces, varios de los conspiradores habían sido aprehendidos , pero dona Josefa Ortiz, durante la noche del 15 envió un mensaje al pueblo de Dolores, avisando a Hidalgo y los demás libertadores sobre el inminente peligro que corrían.

Sin esperas más tiempo, Hidalgo marchó a la cárcel de Dolores y puso en libertad a los presos, a quienes dotó con armas de la policía y el Regimiento de la Reina. Durante la madrugada, Hidalgo tocó la campana de la iglesia para convocar al pueblo y al reunirse la multitud en el atrio de la parroquia, pronunció la histórica arenga y al grito de “Viva la América y mueran los gachupines”, se lanzó a la lucha en pos de la independencia de México.

  • El 27 de septiembre 1821 se dio la Consumación de la Independencia de México.


Con la muerte de Morelos, la lucha por la independencia pareció decaer, ya que sólo quedaban movimientos aislados pero de gran importancia por quienes estaban al frente de éstos, entre ellos estaban Guadalupe Victoria, Vicente Guerrero.

En España el Rey Fernando VII sostenía una lucha en contra de los liberales que habían apoyado la Constitución de Cádiz, por lo que en 1820 éstos se levantaron en armas y lucharon porque se volviera a reconocer dicha Carta Magna; ante esta situación el rey español tuvo que aceptar el establecimiento de la Constitución y de las Cortes, con voz y voto, esto hizo que en México los criollos retomaran la lucha por la Independencia, dándole un nuevo cauce. 

En territorio nacional, Agustín de Iturbide no había logrado vencer militarmente a Guerrero, por lo que le propuso una alianza para lograr la Independencia, Guerrero aceptó, aunque no muy convencido, pero era necesario para obtener cuanto antes la Independencia absoluta de México con respecto a España; ante la realidad que se les presentaba, en febrero de 1821, ambos ejércitos se reunieron en Acatempan, en donde se establecieron las bases del Plan de Iguala, en el cual se estableció la declaración de Independencia, bajo la tutela de la corona española, así como el respeto de la religión católica; para el cumplimiento de estos acuerdos se formó el Ejército Trigarante, sumándose poco a poco nuevos caudillos al plan, obteniéndose nuevas victorias sobre las tropas del gobierno virreinal, que los llevaron a la independencia. 

En agosto de 1821 se firmaron los tratados de Córdoba que establecieron la Independencia de la nación mexicana, a la cual se le llamó Imperio Mexicano, estableciendo un gobierno monárquico constitucional. España no aceptó los tratados de Córdoba ni la capitulación que había firmado Juan O‘Donoju, ante esta nueva negativa el Ejército Trigarante entro triunfante a la ciudad de México el día 27 de septiembre de 1821, dando por consumada la Independencia mexicana con respecto a España, al día siguiente con la firma del Acta de Independencia; poco tiempo después, gran parte de América Central se incorporaría voluntariamente al Imperio Mexicano.
  • El 30 de septiembre recordamos el nacimiento de uno de los grandes caudillos de la guerra de Independencia: José María Morelos y Pavón


José María Morelos y Pavón nació el 30 de septiembre de 1765 en Ecatepec, Estado de México. Líder del movimiento insurgente, fue una pieza clave en la organización de la Guerra de Independencia de México. Morelos cursó sus estudios en la escuela de su abuelo materno, el maestro José Antonio Pavón, hasta que en 1789, ingresó al Colegio de San Nicolás de Valladolid, donde el rector era Miguel Hidalgo y Costilla. Se graduó en 1795 y fue designado sacerdote de Carácuaro. 

El 20 de octubre de 1810, Morelos se reunió con Hidalgo y le expuso sus deseos de unirse al movimiento insurgente, por lo que fue nombrado “General de los ejércitos americanos para la conquista y nuevo gobierno de las provincias del sur, con autoridad bastante”, comisionado a levantar tropas en el sur del país y capturar el puerto de Acapulco, lugar estratégico para menguar el gran auge económico que España lograba gracias a la Nao de China. Tras encomendarle su misión, Morelos regresó a Carácuaro y nunca más volvieron a verse.

En 1811, las improvisadas tropas de Morelos marcharon hacia Acapulco, reclutando a muchas personas a su camino. Con aproximadamente 2000 hombres, Morelos tomó una pequeña población en el Estado de Guerrero, de donde hicieron huir al ejército realista y se unieron los hermanos Hermenegildo y Pablo Galeana. Juntos tomaron San Jerónimo, Coyuca dde Benítez y el Cerro del Valadero. Morelos estableció el campamento de su ejército cerca del Fuerte de San Diego, edificio construido para defender a Acapulco de los ataques piratas.

A su paso por el sur del país, fue incorporando a su improvisado ejército hombres de todas las rancherías, llegando a formar un ejército de casi 30 mil hombres regularmente armados, más los soldados desertores del ejército realista. Así, Morelos protagonizó la mejor etapa del movimiento insurgente. 

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